Escritora hace su ingreso al fascinante mundo de la literatura con su primer libro de poemas, Extenso, presentado en La Noche de Barranco.
-¿Por qué elegiste la poesía como una forma de expresión literaria?
Ella me eligió. Por muchos años luché contra los versos, ya que erróneamente pensaba que solo sería una verdadera escritora si escribía cuentos o novelas, ya que pocas personas entienden la poesía. Pero nada, ella siempre se escabullía de una u otra forma. Renegaba como no tienes idea, hasta que un día, simplemente fluí.
-¿Por qué crees que la gente no entiende la poesía?
Porque tratan de negar sus emociones. Cuando somos pequeños, nos enseñan a ocultar lo que uno siente. Si estás triste, debes ponerte alegre; si te duele algo, ya pasará; si mueres de amor por tu compañerito de clase, te dicen que ya se te pasará, es pura ilusión.
-La gente no quiere verse expuesta, es su instinto natural de protección...
Sí, pero muchos creen que ser sensible, aceptar y vivir tus emociones, es una muestra de debilidad. El débil siempre es rechazado.
-¿A lo largo de tu vida has tenido una lucha por no ser débil?
Sí, creo que ha sido una lucha constante, pero al final llegué a la conclusión de que es mejor experimentar y abrirse a las emociones porque es en ese proceso que uno se descubre y crece. Cuando somos adolescentes estamos definiendo quiénes somos y es justo en ese momento cuando podemos sentirnos más conectados con la poesía.
-¿Por qué siempre has luchado por ser fuerte?
Por mi familia. Yo tengo la suerte de haberme criado con unos abuelos maravillosos y una familia amorosa, pero al separarse mis padres, asumí un rol de grande, no me podía dar el lujo de ser débil; alguien tenía que velar el sueño de mi mamá y de mi hermana y esa debía ser yo.
-La poesía terminó ganando esa lucha interna que tenías.
Llegó un punto donde me di cuenta que mientras más fuerte quería ser, era más débil. Viví una temporada en Estados Unidos, donde me dediqué exclusivamente a escribir (ahí nació Extenso). El regreso me afectó tanto que decidí no cerrarme, experimentar todo, lo duro y lo bonito y la mejor forma de hacerlo fue mediante los versos. La poesía no me ganó, la poesía me rescató.
-¿Cuál es la temática de tu libro?
El libro trata de este proceso de “duelo” que uno pasa luego de terminar una relación, que no es necesariamente “de pareja”. Este duelo pasa por tres momentos: pena, odio y aceptación. Es por ello que Extenso está dividido en tres partes. La primera, la pena, siempre viene acompañada de dudas y preguntas. Simplemente, no entiendes lo que pasó. La segunda parte es la cólera, el odio hacia el otro, hacia las circunstancias que provocaron que algo no funcionara.
-De esa segunda parte, ¿cuál es el poema que demuestra esa rabia?
Inside es el más oscuro de todo el libro, donde la rabia, el odio y el miedo te dominan convirtiéndote en otra persona. Te vuelves esa rabia.
-¿Y la tercera parte?
La tercera parte es la aceptación. Es ese momento donde dices: “lo voy a querer toda la vida, pero ya pasó”. Necesitas pasar por este proceso para redescubrirte y renacer. Necesitas sufrir, odiar y vivir al máximo, para poder seguir adelante. Es ese temor a no sentir lo que te hace quedarte estancado.
-¿Podemos decir que fue tu catarsis?
Fue cerrar una etapa. Cuando le puse el último punto al último poema dije: “Se acabó, terminé una parte de mi vida”.
-Después de este proceso, ¿no te sientes vacía?
No, porque en este tiempo han pasado otras cosas y he vivido situaciones nuevas que en la relación con las mujeres no es tan simple, no todas aprecian la dureza de la honestidad, eso es lo que yo siento. Esa es una de las razones por la cual todos los presentadores del libro son hombres. (Risas)
-¿Quiénes son tus referentes, tus fuentes de inspiración?
Pedro Salinas, el español, y Mario Benedetti, por la sencillez. Eso es lo que yo busco en la poesía. Blanca Varela por su fuerza y Alfredo Bryce Echenique por su tierna honestidad.
-¿Cuál te gustaría que sea la reacción de la gente al leer tu libro?
Quiero que al que lea mi libro le mueva las tripas, se haya acordado de algo. Es como cuando uno ve una película. Las que uno recuerda son las que te hacen chillar. Esa es la idea. Que la gente se adueñe del poema, que lo haga suyo.
-¿Cómo manejas el tema de la inspiración?, ¿cuándo te sientes inspirada?
Es complicado, aunque trato de escribir seguido, hay momentos donde mis sentidos y hasta mi propio cuerpo se preparan para escribir. Creo que la poesía viene a uno y fluye de forma espontánea, mágica, pero luego hay un trabajo pensado, donde hay que corregir. Lo que hago a veces es escribir con los ojos cerrados, después cuando lo leo, no necesariamente todo se convierte en un poema, voy cortando.
-Todo dentro de una estructura.
Exacto. Este libro ha sido pensado bajo una estructura clara, para que el lector se transporte en una travesía emocional. Mi maestro, el poeta Manuel Pantigoso, me enseñó que la poesía es un trabajo duro y no una acumulación de palabras. Es la búsqueda de la emoción, usando las mismas palabras de siempre.
-Una vez escuché decir a Blanca Varela que ella nunca leía sus poemas, porque los quería corregir siempre. Era su tormento.
Sí, claro, puedo entender esa sensación. Extenso se ha escrito cuatro veces desde cero. El último poema del libro lo corregí minutos antes de irse a la imprenta.
PING PONG
Un libro: Tantas veces Pedro, Alfredo Bryce Echenique
Una canción: Don’t you (forget about me) de Simple Minds
El lugar: Estambul
La cita que te identifica: “Y ahí vino una de esas escenas que la vida inventa para que no la olvidemos jamás” (Alfredo Bryce Echenique)
¿Qué te hace feliz?: Viajar
¿Qué te indigna?: La crueldad contra los más indefensos