Tras muchos años de autoexilio, Elvira vuelve al barrio de su infancia en busca de rostros e imágines que le ayuden a dar forma de sus recuerdos.
En esta, su primera entrega, Rossana Montoya Calvo nos regala una prosa calmada y llena de nostalgia, con la que retrata este particular pasaje de regreso como un viaje de ids y tal vez no tenga reservado el billete de vuelta.